No queria abrir los ojos. Los cerraba con más fuerza, y gritaba, como loca. Apretando mis dientes, sintiendo mis labios tensos. Apretando mis manos, una con la otra. Y espié. Abri uno por la mitad, vi un poquito de luz y me gustó. Y comenzé muy despacio a abrir el otro. Con los dos bien abiertos pude ver. La luz acariciaba mis pupilas, la vida se veia de color. Es el principio de todo, princesa. Me dijiste.
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