La chica del (ex) cabello largo te escribe. Te cuenta que -sin que lo hubieras sospechado hace cinco años atrás-, vos eras el hombre que buscaba. Que en realidad te amaba más que a cualquiera, y no lo creía, pero pasaría los siguientes años de su vida prendida a la ilusión de verte llegar, día tras día, con el corazón envuelto de un amor irrepetible. En algún espacio recóndito dispuesto entre nosotros, volvemos a encontrarnos en esa sede, con los cuerpos temblorosos y los ojos inundados de hallazgo. Se repite una y otra vez, despiertos o dormidos, esa fábula inconclusa en que nuestras almas se redimen para siempre. Y todas las batallas perdidas, se metamorfosean en una historia común, aquélla en que -solamente nosotros- sabemos que vencimos. Los primeros meses lloré tanto, y tan fuerte. Me resistía a aceptar que había un milagro atándonos los cuerpos. Fui vaciándome de a poco, perdonándome las noches inmóviles, las mañanas en que pedía no despertar. Y vos, eras el mago que invisibilizaba mis finales, que convertía mi soledad en un camino sereno, cubierto de motivos para andar. Dejè de tener miedo, existir dejó de ser un peso que quisiera abandonar. Todos los sortilegios brotaban de tus manos, como alfabetos iluminándome una nueva biografía. Hicimos parir tantas quimeras, acompasando mantras con los labios. Volvimos a creer. Yo, en el destino que se cumple; vos, en las estrellas que descienden desde cielo para hacerme aparecer.
I really can`t remember it now :)
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