No necesito ninguna religiòn; no necesito templos ni iglesias, porque para mi el universo entero es un templo, la existencia entera es una iglesia. No me dedico a la religiòn, porque mi vida entera es religiosa. Cuanto se hace con felicidad es una oraciòn: mis actividades se transforman en culto, mi respiraciòn misma es una maravilla, una gracia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario