Sonrío continuamente, y no precisamente porque los demás lo provoquen. Sonrío porque me enamoro, sonrío porque me gusta la vida, sonrío porque se hasta donde soy capaz de llegar, porque se que querer es poder, y quiero y lo intento de la forma en la que la vida me enseñó a intentarlo.Y aunque parezca que ando como perdida, aunque desde afuera se me pueda ver como una pieza que no encaja, estoy, estoy ahí y soy consciente de que cuando falto mi ausencia se nota, se que no soy imprescindible, ni pretendo serlo, pero sí reconozco que conmigo las cosas son más fáciles, se que lo doy todo cuando tengo que darlo y que se estar y ser en el momento exacto.Soy valiente cuando me interesa serlo, y aunque no crea que existan personas y cosas puntuales imprescindibles, no concibo mi vida en solitario, sino que reconozco que la esencia del ser humano está en todo lo vivido, en su mundo interior y exterior, porque el ser humano no es más que eso, un montón de historias de personas que provocan que al final la vida merezca la pena.
viernes, 18 de septiembre de 2009
♥
Dicen que siempre ando un poco despistada, como si viviera en otro lugar que no tuviera nada que ver con la realidad. Dicen que a menudo sonrío sin motivo, y que ando siempre con el corazón a flor de piel. Dicen que no me entero de nada, que soy un poco bastante rara. Que no sigo una regla estricta, pero tampoco la sobrepaso. Dicen que soy simpática y antipática. Incluso algunos se atreven a tacharme de prepotente, ignorando que no soy más que una chica con las ideas muy claras. Y es que no soy rara, y aunque parezca que siempre voy por otro lado, me entero de todo. No soy antipática, es sólo que no me gusta perder el tiempo. Trato a las personas con el mismo cuidado que trato a mis libros, porque reconozco que ambos pueden llegar a ser igual de interesantes. Y como si de un libro se tratara, releo una y otra vez las miradas con las que me cruzo día tras día, y cuando me aprendo la historia de memoria, me despido de una forma tan sutil que nadie se da cuenta realmente de que me acabo de marchar.
Sonrío continuamente, y no precisamente porque los demás lo provoquen. Sonrío porque me enamoro, sonrío porque me gusta la vida, sonrío porque se hasta donde soy capaz de llegar, porque se que querer es poder, y quiero y lo intento de la forma en la que la vida me enseñó a intentarlo.Y aunque parezca que ando como perdida, aunque desde afuera se me pueda ver como una pieza que no encaja, estoy, estoy ahí y soy consciente de que cuando falto mi ausencia se nota, se que no soy imprescindible, ni pretendo serlo, pero sí reconozco que conmigo las cosas son más fáciles, se que lo doy todo cuando tengo que darlo y que se estar y ser en el momento exacto.Soy valiente cuando me interesa serlo, y aunque no crea que existan personas y cosas puntuales imprescindibles, no concibo mi vida en solitario, sino que reconozco que la esencia del ser humano está en todo lo vivido, en su mundo interior y exterior, porque el ser humano no es más que eso, un montón de historias de personas que provocan que al final la vida merezca la pena.
Sonrío continuamente, y no precisamente porque los demás lo provoquen. Sonrío porque me enamoro, sonrío porque me gusta la vida, sonrío porque se hasta donde soy capaz de llegar, porque se que querer es poder, y quiero y lo intento de la forma en la que la vida me enseñó a intentarlo.Y aunque parezca que ando como perdida, aunque desde afuera se me pueda ver como una pieza que no encaja, estoy, estoy ahí y soy consciente de que cuando falto mi ausencia se nota, se que no soy imprescindible, ni pretendo serlo, pero sí reconozco que conmigo las cosas son más fáciles, se que lo doy todo cuando tengo que darlo y que se estar y ser en el momento exacto.Soy valiente cuando me interesa serlo, y aunque no crea que existan personas y cosas puntuales imprescindibles, no concibo mi vida en solitario, sino que reconozco que la esencia del ser humano está en todo lo vivido, en su mundo interior y exterior, porque el ser humano no es más que eso, un montón de historias de personas que provocan que al final la vida merezca la pena.